Temprano, ir tras las palabras y hacia el mar. Silencio, para escuchar el murmullo de sus versos, hasta que ellos queden prendados, como las caracolas a las piedras, entre mis dedos. Las palabras y el mar se despliegan cada día inmensos frente a mi pequeñez.
Leer Más Categoría: diario
- Comienza a llover, la tormenta, aunque breve, es reparadora, y entonces tomo como mías la línea de la novela: “… y de nuevo en la ventana pudo ver que el sol ya no alcanzaba las azoteas”.[1] [1] Gallardo, Sara, Pantalones azulesLeer Más
- Por la mañana en la ventana el mar. Y mis brazos evocan, una y otra vez a Oliverio. Por la mañana en la ventana el mar. Y mis ojos abiertos a la desmesura e inmensidad.¹ ¹ María Claudia Otsubo, «El Paraíso» (fragmento)Leer Más
- Cuando la vida es tan sólo reflejosLeer Más
- Enredadas en el oleaje como los sueños que visitan la orilla de mi duermevela dLeer Más
- ¿A quién le perteneces? ¿Qué destino te elevó hacia mis ojos para hacerte inmortal?Leer Más
- Y el brillo sobre tu cuerpo —y sobre el mío— ¿solo sol o tal vez resplandor de luna?Leer Más
- Mientras el poeta canta: Hoy es sábado y mañana domingo La vida llega en olas como el mar…[1] termino de acomodar en la maceta, el copete orgulloso de un nuevo abacaxí. Es el número siete. Los anteriores han ido creciendo a ritmo acelerado desplegando con vigor sus hojas, vainas delgadas y alLeer Más
- Desde esta ventana, que es mi mirada, soy ese horizonte el infinito amarse donde ya confluye, azul sobre azul, la eternidad.Leer Más
- Las palabras se abrazan a la línea y ascienden con anhelo de cielo la ladera ocre y vermelha por la que asoma la Luna. Marea de río, aquí quiero estar. ya habían cantado en otros poemas, susurrándoselo casi, a Lemanjá. La pared las aguardaba, como una novia blanca, y las manosLeer Más