Mañana y tarde – Jon Fosse

Mañana y tarde, de Jon Fosse

 

… y ahora Erna ya no está, mientras que los barreños siguen aquí,

así es la cosa, las personas desaparecen

mientras que las cosas permanecen

 

 

 

Mañana y tarde es una hermosa novela de Jon Olav Fosse. Escrita en el 2000, la leo veinticinco años después iniciando así el recorrido por la obra del escritor noruego, nacido en 1959, Premio Nobel de Literatura en el 2023.

Antes de comenzar la lectura recuerdo haberme detenido en el título, Morgon og kveld, en lengua original; dawn and dusk, en inglés; nascer e pôr do sol en portugués. Recuerdo haber pensado en estas tres lenguas al imaginar esos dos momentos del día que se reflejaron en mi ventana durante el recorrido por las líneas: en el inicio, la luz del sol acariciando la intimidad de mi cuarto; al finalizar, la luz del sol retirándose con morosidad o también con cierta melancolía.

(ahora mientras escribo no importa saber sí así fue que realmente ocurrió. Las horas se sucedieron hasta llegar al fin, hasta ese instante que es tan efímero como la misma vida).

Así también, como la luz del sol que nace y muere (tan cercana a la traducción portuguesa) transcurre la historia de la novela de Fosse: un nacimiento y un adiós en la vida de ¿el mismo o un otro? Johannes.

Porque el mismo nombre que se continúa en uno y en otro me lo hace presumir.

Sin embargo, el primer capítulo, que trata de nacimiento del bebe Johannes, no se continúa más allá de esas primeras horas de vida. La voz del niño es solo su grito único, existencial e irrepetible, la bocanada desesperada por sobrevivir, y son otras las que se escuchan: la del padre, la de madre y la matrona. Esas voces reflejan las propias emociones: en el padre, la incertidumbre, el miedo y la ignorancia; en la madre, la serenidad y el cansancio luego del esfuerzo. Ella, la madre, sabe, instintivamente, sabe; él no y pienso que, aunque pasen los años y aunque el hombre participe más de ese instante milagroso, sigue siendo la mujer quien pone el cuerpo y la entrega, porque hay pocos momentos en la vida tan misteriosos como ese (pero es tema para otra escritura)

Lo que sí me transmite Fosse es la incomodidad del hombre, en ese querer estar y no poder hacerlo del todo, en su impotencia ante lo desconocido… la voz de la vieja matrona es la del oficio, una vez terminada su tarea, solo quiere irse. El capítulo se inicia con un diálogo entre el padre y la matrona, las oraciones son breves, casi como un balbuceo de ese padre maravillado y al mismo tiempo asustado por lo que está sucediendo). Las oraciones se van alargando sobre el final, como si éstas acompañaran la respiración del padre, a medida que vamos leyendo que todo parece salir bien.

El capítulo 2 es mucho más extenso y en él encuentro a un Johannes adulto, que se despierta por la mañana para iniciar una conversación consigo mismo por la que puedo conocer algunos datos de su vida pasada y sobre el presente (¿en una continuidad de aquel bebé nacido en la primera parte? No hay ningún indicio, salvo el nombre en común, que así sea).

Es difícil no contar lo que le va ocurriendo al hombre Johannes, cuando por fin decide salir de su casa, y al modo de Leopoldo Bloom, va recorriendo los lugares que siempre ha frecuentado.

Fosse logra transmitirme enseguida la no certeza de lo que realmente está ocurriendo, si esa mañana es real o no para Johannes.

La escritura es sin dudas poética. Como en la primera parte las oraciones breves, entrecortadas a veces, también marcan un ritmo y una música especial.

Mañana y tarde es, sin dudas, una novela hermosa, lo vuelvo a repetir y me ha provocado a seguir leyendo a Fosse. Gran entrada de un gran escritor. Me siento bienvenida.

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

cinco + siete =

María Claudia Otsubo