Ha muerto Silvia Molloy. La voy a extrañar, me queda su maravillosa escritura sobre la que estoy trabajando estos días. Hoy la había citado en mi crónica, eligiendo:
¿Qué es estar herida, qué es morir? Empezar a morir, empezar a perder el aire que se respira, pedirle al cuerpo que respire hondo una vez, solo una vez más; en esa estrechez, en la intuición de un lugar que comienza a deshabitarse, empieza a conocer de veras el dolor. (En breve cárcel, 1981, p.35).