Una mujer desnuda
A Armonía Somers
Desnuda,
una mujer desnuda
y a lo oscuro,
como cantó un día
el catalán.
Porque su presencia
iluminada
es puro deseo
y pecado,
sábanas que
deberán tenderse,
más tarde
al sol.
Desnuda,
una mujer desnuda
nunca recuerda
nunca;
se abre camino
libre
virgen,
perfecta.
Una daga
y el corte
por donde sangra
lo perdido,
le da sentido
a su peregrinar.
Su nombre resuena
en mis versos.
Eva, Friné
Grisalba
O quizás, también
Simonetta,
y Dánae de Klimt.
Las hembras
no deben llevar nombres
que volviéndoles
una letra
sean de varón.
Una mujer desnuda.
El horizonte
dibuja demudado
su figura.
Y el paraíso
se rinde a sus pies.